No temáis, manada pequeña Hno Daniel

Amados

Hoy es posible prever que habrá dificultades para todos, pero el Señor cuida a los suyos.  Hace un par de años, recién casado, vivía casi con nada, pero muy feliz.  A pesar de ser arquitecto los ingresos eran escasos, pero el haber combatido invictos la fornicación, durante 6 años de noviazgo, nos permitió una gran alegría con mi esposa al iniciarnos en el matrimonio como el Señor ordena; Santo es tu nombre!!, la victoria es tuya Señor.  Esto fue de gran aliento, no notábamos la  escases. Amar al Señor es primero.

Abrí una oficina, pero sus gastos consumían todos los ingresos. Mi esposa trabajaba, pero mi aporte no superaba los US40 (20.000 CLP). Pero me comprometí con mi esposa a comprar el cilindro de gas mensual.

Al terminar el mes no tenía el dinero y el valón de gas se acababa. Entonces, afligido, salí al patio de la rancha, tomé el valón de gas y lo levanté y dije:  “Señor, mira como estoy angustiado. No tengo dinero, he dado los diezmos y no pude cumplir a mi esposa.  Señor, no me dejes en vergüenza, yo soy tu hijo, no me dejes en vergüenza delante de mi esposa.”   Ese valón de gas duró casi 9 meses, el segundo y tercero de igual manera.  Ahora me estoy riendo, pero al principió lo pasé muy mal.  El no abandona a los suyos. Me enseñó que no dependo de mis ingresos, dependo de El.

Decidí cuadriplicar el diezmo y a poco andar nos robaron en la casa y nos tuvimos que ir, desalojando las pocas cosas que teníamos. Viviendo dos semanas en la casa de mis padres, salimos a la calle a buscar otro lugar y no había donde.  Una noche, casi a media noche, una señora nos trató muy mal, como estafadores y nos humilló fuerte. Un rato más tarde un perro vago mordió a mi esposa y la dejó muy mal; en ese momento dije indignado al Señor: “Mira, parecemos miserables, como perros de la calle buscando donde vivir!!!.  Señor, todas las casas son tuyas, todos los edificios son tuyos, danos un lugar para vivir. Señor, somos tus siervos”.  A los 2 días estábamos instalándonos en un hermoso departamento de lujo, totalmente fuera de nuestro alcance económico.

Hoy estaba orando preocupado por el anuncio de dificultades para todos, leí la palabra y me fui a la ducha y salió agua caliente!!, ajahjajahaj, lo raro es que la caldera está mala. Ajhahjahja, y me acordé de lo que estaba leyendo: “BENDICE, alma mía, al Señor, y NO OLVIDES NINGUNO de sus beneficios.” (Salmo 103). Creo que estas notas (y el agua caliente) las a encargado el Espíritu.

Lo primero es CONSAGRARSE al Señor, es imposible agradarle de otra manera.  La SANTIDAD es acceso exclusivo a su TRONO.  El TEMOR a las cosas de este mundo es una SEÑAL de DESCONFIANZA que no pasa inadvertida, pero el CLAMOR de sus SANTOS jamás despreciará.

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.  En el mundo tendréis aflicción;  pero confiad,  yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33)

“No temáis,  manada pequeña,  porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” (Luc 12:32)

Santo es tu Nombre!!

Daniel.