Romanos 1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

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lunes, 16 de enero de 2012

SIRVIENTE DEL REY

LA GRAN TRIBULACIÓN DURARÁ 42 MESES (TRES AÑOS Y MEDIO) Y ANTES DE ESTE PERÍODO OCURRIRÁ EL RAPTO

Pr. Pablo Rolando

El Arrebatamiento ocurre antes de la Gran Tribulación (1 Tesalonicenses 5:9; Apocalipsis 3:10). El Arrebatamiento es el traslado de los creyentes de la tierra, como un acto de liberación (1 Tesalonicenses 4:13-17; 5:9). Ahora viene la pregunta ¿Cuánto durará la Gran Tribulación?

“Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mateo 24:21).

En la Biblia no se hace mención alguna de una tribulación de siete años. De acuerdo a la Concordancia Strong la palabra griega traducida aflicción y tribulación en estos dos pasajes (dslípsis, Strong G2347, aflicción, persecución, tribulación) aparece 40 veces en el Nuevo Testamento, de las cuales 6 corresponden a ‘aflicción’ y 34 a ‘tribulación’. Proviene de una raíz que significa “oprimir” como cuando se oprimen las uvas. Cuando se usa metafóricamente puede significar opresión, aflicción, tribulación, angustia, penurias o problemas. Pero así como estas dos palabras que aparecen en estos versículos se traducen de la misma palabra griega, su intención es completamente diferente.
Hay dos clases de tribulación. La primera es la condición general de nuestra creación caída. Penurias, enfermedades, persecución y otras clases de tratos injustos, y un estado general de incertidumbre que caracteriza a nuestro mundo. Estos son hechos de la vida humana y en un mayor o menor grado, han impactado a todos los seres humanos a través de la Era del Hombre. Esta es la tribulación a la que Jesús se refería en Juan 16:33. De las 21 veces que la palabra “tribulación” aparece en el Nuevo Testamento, 16 están dentro de este contexto.
Luego tenemos la Gran tribulación. Estos son tres años y medio de juicios extremos que caerán sobre una sola generación, la que esté viva justo antes de la Segunda Venida. Este es el centro de Mateo 24:21 y de otros cuatro versículos más (Mateo 24:29; Marcos 13:24; Apocalipsis 2:22; Apocalipsis 7:14). Ustedes pueden ver que las condiciones de las dos tribulaciones son muy distintas. Cada vez que la palabra tribulación se refiere a alguna de estas dos clases y ustedes saben a cuál de las dos la Biblia se refiere al leer el contexto dentro del cual se usa esta palabra. Pero ustedes nunca la verán que se utiliza para describir los siete años previos a la Segunda Venida.

Entonces, ¿cómo se originó la idea de una tribulación de siete años?
Pues si no vino de Dios tiene que haber sido del hombre. Al investigar sobre esto no pude descubrir quien la enseñó de primero, pero yo creo que comenzó en los días cuando aun los eruditos más entendidos no se habían dado cuenta de que Israel debía volver a nacer. Tampoco ellos entendieron que la Era de la Gracia no le seguía a la Era de la Ley, sino más bien, la interrumpía durante siete años antes de que finalizara. Entonces, si le llamaban a esos últimos siete años por su nombre en el Antiguo Testamento, que es la Semana Setenta de Daniel, no tenía sentido porque al hacerlo se implicaba que Israel se levantaría de los muertos y tendría un papel en los tiempos finales. Esto es algo que la mayoría de los eruditos no creía que pudiera suceder.
Aun así hay siete años que tienen que ser tomados en cuenta. Los últimos tres años y medio fueron fáciles, Jesús ya los había nombrado como la Gran Tribulación (Mateo 24:21). Eso solamente nos deja con los primeros tres años y medio. Estos han sido llamados (por los hombres no por la Biblia) como el comienzo de dolores o la falsa paz o el período de tribulación, pero eventualmente los eruditos empezaron incorrectamente a llamar tribulación a todo el período de los siete años, siendo la última mitad la Gran Tribulación. Esta postura en lugar de ser pre-tribulación, realmente es pre-Semana Setenta. La postura pre-tribulación entonces vendría a ser la que toma a la Gran Tribulación como un período claramente establecido de 42 meses.

En Romanos 11:25-27 Pablo dijo que a Israel le ha acontecido endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles, y luego Israel será salvo. La palabra griega para endurecimiento también significa ceguera. Esta idea es una clara indicación de que el trabajo pendiente de Dios con Israel no se concluirá sino hasta que Él ha terminado el Suyo con la Iglesia. Y sabemos que Él no lo terminará sino con el Rapto. Hasta entonces Israel permanecerá por lo menos parcialmente cegado a la verdad, tal y como Jesús advirtió que sucedería en Lucas 19:41-44.
Son los restantes siete años de la profecía de las setenta semanas de Daniel, asignados para que Israel complete las seis tareas que deben hacer para prepararse para el Reino venidero, como lo resume Daniel 9:24.

“Setenta semanas [setenta sietes] han sido decretadas para que tu pueblo y tu santa ciudad pongan fin a sus transgresiones y pecados, pidan perdón por su maldad, establezcan para siempre la justicia, sellen la visión y la profecía, y consagren el lugar santísimo” (NVI).

La frase setenta semanas, o setenta sietes, significa setenta semanas de años, o 490 años. Algunas de estas tareas fueron parcialmente completadas en el año 483 al momento de la crucifixión. Pero el rechazo de Israel al Mesías detuvo la cuenta siete años antes del total establecido quedando el resto pendiente.

Es curioso, que esta semana final de Daniel 9: 27, esté dividida a su vez en dos partes:

1.    Y por otra semana (7 años) confirmará el pacto con muchos; 
2.    a la mitad de la semana (3 años y medio) hará cesar el sacrificio y la ofrenda.  Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,  hasta que venga la consumación,  y lo que está determinado se derrame sobre el desolador

Durante toda la semana Dios confirmará su Pacto por medio de Jesucristo con muchos judíos, completando el número de los salvos al final de este período como lo hizo con la Iglesia. Esto concuerda con lo dicho en el Apocalipsis.
(Acerca de este Pacto (quien es el mismo Señor Jesús ver: Isaías 42:6; Lucas 22: 20; Malaquías 3: 1; Jeremías 31: 31-34)
Es en la segunda mitad de la última semana de Daniel, en donde tienen lugar los sucesos más terribles y definitivos, que a través de la Gran Angustia para Jacob (Israel) resultará en la salvación del Pueblo de Israel.

“¡Ah,  cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él;  tiempo de angustia para Jacob;  pero de ella será librado.
En aquel día,  dice Jehová de los ejércitos,  yo quebraré su yugo de tu cuello,  y romperé tus coyundas,  y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey,  a quien yo les levantaré.”
(Jeremías 30: 7-9)

En esta segunda mitad de la semana (42 meses – Apocalipsis 13: 5) vendrá el desolador, “se le dará autoridad para actuar”, hasta que venga el Señor y lo destruya con el espíritu de Su boca y con el resplandor de Su venida (2°Tesalonicenses 2:8).
En ningún lugar de las Escrituras se indica que un príncipe romano hará un pacto de siete años con Israel. Tampoco que la Iglesia será raptada antes de la última semana de Daniel (7 años).

Analicemos cada uno de los argumentos que se presentan para sostener esta postura y saquemos nuestras propias conclusiones:

·         Esos 7 años de tribulación (más bien de la semana 70 de Daniel) están contenidos en Apocalipsis capítulos 4 al 19. En ninguno de esos capítulos la iglesia aparece mencionada.

No se menciona como Iglesia, pero si como la mujer vestida de sol del capítulo 12 (ver estudio antes publicado por El Regresa con el título: “El Rapto… éxodo de la Iglesia”) Estos capítulos se centran en los sucesos celestiales y en “el trato especial de Dios con Israel”, pero no podemos afirmar que la Iglesia ya no está en la tierra (en estos momentos la iglesia estaría siendo preparada para ser raptada en el capítulo 12 de Apocalipsis). En los capítulos 1 al 4 se habla de las iglesias de Asia menor, que seguramente representan a la Iglesia Universal del Señor, aunque no se menciona enfáticamente a la Iglesia mundial de Jesucristo.

·         Los 7 años restantes de la profecía de las 70 semanas de Daniel serán, al igual que lo fueron los otros 483, de trato exclusivo Dios con Israel, y la iglesia no tiene nada que hacer en ese período pues su era ya habrá concluido. Por tanto ¿qué pasará con la Iglesia? Pues será raptada antes que comience ese período (ver 1 TES 4:17 y Apo 4:1-2)

El trato de Dios con Israel comienza en el principio de los 7 años, pero no hay nada que indique que Israel será salvo en ese momento, más bien comenzará a ocurrir esto a la mitad de la semana, cuando dé inicio la verdadera Gran Tribulación o Angustia de Jacob. Cuando los 144.000 judíos inicien su labor evangelística. Y la salvación nacional de Israel se consumará con la segunda venida de Jesús. Tampoco se dice que Dios retirará a Su Iglesia al comenzar la semana 70 de Daniel.

Cuando Dios dejó por un momento a Israel para atender a los gentiles (año 33 dC), Israel siguió siendo atendido por Dios sobre esta tierra porque de hecho no desapareció. No desapareció como pueblo ni Dios se llevó en un Rapto a los judíos santos de aquella época. ¿Qué nos hace pensar que al comenzar la semana de Daniel, la Iglesia ya no debe estar más porque Dios atenderá a Israel? Dios atenderá “de manera especial a Israel” pero no dejará de atender los otros asuntos, como por ejemplo la preparación de su novia para el Rapto.

·         La iglesia no estará en la tierra mientras se sucedan los eventos de Apoc. capítulos 4 al 19, sino que como Juan, será arrebatada con un “sube acá” (última trompeta para la iglesia).
El  “sube acá” es solo para Juan, para que vea desde ese momento en adelante, los sucesos celestiales y terrenales que comienzan a mostrarse a partir de ese momento… Algo tan importante como lo es el rapto de la Iglesia, estaría muy bien aclarado. Además, esta forma de interpretación es la misma que utiliza la Iglesia Católica para decir que Juan representaba a la humanidad y que María pasaba a ser no solo su madre particular, sino de todos los hombres (Juan 19:26). Diferente es el caso de la mujer del capítulo 12, que sí representa al Pueblo de Dios la Iglesia. La última trompeta es la de Apocalipsis 11 (la séptima trompeta, que acompañará la consumación del misterio de Dios, en donde lo gentiles llegan a su plenitud, en donde la Iglesia se completa y comienza la salvación de Israel en medio de gran angustia)…“sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él esté por tocar la trompeta, también será consumado el misterio de Dios, como él lo anunció a sus siervos los profetas.” (10: 7) Leer: Efesios 3:1-7; Romanos 11: 25; 1°Corintios 15: 51.
·         El anticristo gobernará por 7 años (Daniel 9:27). Pero no podrá hacer su aparición para gobernar por 7 años hasta que el Espíritu Santo y la Iglesia sean quitados de en medio.
2ª TES 2:6-7
dice que “(...) ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio”. Ese que lo detiene es la iglesia y el Espíritu Santo. ¿Cómo serán quitados? Pues el Espíritu Santo por obra de Dios y la iglesia por medio del rapto. Par que el anticristo pueda gobernar por siete años (Daniel 9:27) necesariamente debemos estar ausentes del mundo.

El anticristo no gobierna 7 años sino 3 años y medio. (Ap 13) Recién se lo reconoce y gobierna después que su herida mortal es sanada, cuando es quitada del medio la mujer de Apocalipsis 12.
El pasaje citado de Daniel 9: 27 se refiere a Dios,  quien confirmará Su Pacto (Nuevo) durante los 7 años con muchos judíos, hasta que la mayoría de los judíos sean salvos, principalmente a través del ministerio de los 144.000 judíos, quienes predicarán acerca del Nuevo Pacto. No hay fundamento para asegurar que un príncipe romano hará un pacto con los judíos y que durará 7 años. Muchas doctrinas se han erigido sobre un solo versículo, y sin la suficiente claridad…
Confirmará el Pacto, o sea que ya existe ese Pacto, y no lo hace con el gobierno de Israel sino con muchos hebreos (tampoco dice todos)… y lo curioso es que luego de la mitad de la semana aparece recién el desolador, osea el anticristo, concordando con lo dicho en Apocalipsis 13.
Septuaginta (Antiguo Testamento hebreo en griego) Daniel 9:24-27:
24 Setenta semanas han sido determinadas sobre tu pueblo, sobre la ciudad santa, para que el pecado sea terminado, y para sellar las transgresiones, y para borrar las iniquidades, y para hacer expiación por las iniquidades, y para traer la justicia eterna, y para sellar la visión y al profeta, y para ungir al Santísimo.
25 Y tú sabrás y entenderás, que desde la salida de la orden para la respuesta y para la reconstrucción de Jerusalén hasta el Cristo el príncipe habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas: y entonces el tiempo regresará, y la calle será construida, y el muro, y los tiempos se acabarán.
26 Y después de las sesenta y dos semanas, el ungido será destruido, y no hay juicio en él: y él destruirá la ciudad y el santuario con el príncipe que viene: ellos serán cortados con inundación, y al final de la guerra la cual se completa rápidamente él apuntará a la ciudad a desolaciones.
27 Y una semana establecerá el pacto con muchos: y a la mitad de la semana mi sacrificio y ofrenda de bebida será quitada: y en el templo serán las abominaciones y desolaciones; y al final del tiempo será puesto a la desolación.
Versículo 27: «Y por otra semana confirmará el Pacto con muchos» (liter.:«... hará prevalecer el Pacto...», es decir, el Pacto ya existente). Lo que se subraya es que ahora sus términos y condiciones serán hechos efectivos. ¿Quién hace prevalecer el Pacto? Es imposible imaginar que el sujeto de esta afirmación sea el príncipe pagano del versículo 26. Todo el pasaje (vers. 24-26) presenta al Mesías como el personaje principal, activo y destacado en esta sección.
En vista de estas dificultades, presentadas por la expresión "y por otra semana", consulté
a un erudito hebreo y le pregunté sí en el original había la preposición "por" o alguna otra cosa que la implicara. Su respuesta —y la de otros consultados— es que no hay tal preposición
"por" en hebreo, ni nada que la sugiera o implique. Esta información se amplía con el resto del versículo cuya traducción literal es: "Una semana confirmará el pacto con muchos: a la mitad de la semana hará cesar mí sacrificio..." Ahora el sentido de la primera cláusula del versículo 27 es fácilmente inteligible.
Una semana confirmará el pacto" es lo mismo que decir: "En esta semana de que estamos hablando (versículo 26) será confirmado el pacto", es decir, en la última semana.

Isaías 28: 15 dice que Israel ha hecho Pacto con la muerte, y no se refiere al Pacto de Daniel 9: 27 sino a su pacto con los asirios, cuando fueron llevados cautivos (leer contexto).

·         El primer jinete del Apocalipsis (Apoc. 6) es el anticristo que inaugura los 7 años finales de tribulación.

El primer jinete, del caballo blanco, no es el Anticristo.
En cuanto al origen de la visión. Lo encontramos en el pasaje de Zacarias 6:1-8. Aquí también, el profeta ve cuatro caballos, que son dejados en libertad en la tierra para ejecutar la venganza contra Babilonia y Egipto, y las otras naciones que oprimian al pueblo de Dios.
Nos dice Zacarías 6:5, que los caballos son los “cuatro espíritus del cielo, que provienen de su lugar frente al trono de Dios”.
Los caballos de Zacarías, representan entonces, los cuatro poderosos vientos que Dios está a punto de desatar sobre la tierra para sembrar la destrucción. Son como agentes de ira y venganza de Dios sobre los hombres.

¿Para qué esta referencia? Para aclarar el origen de la visión que tuvo Juan. Por supuesto que no conservará idénticos todos los detalles; porque por el espíritu la antigua visión asume para él una nueva forma. Si atendemos al concepto de REVELACION PROGRESIVA, la visión de Juan es más acabada y más claro su mensaje. Si Juan echa mano a lo escrito por Zacarías es sólo para ayudarse a sí mismo en la descripción.

Explicando este método de interpretación:
Los cuatro caballos y sus jinetes, representan las cuatro grandes fuerzas destructoras que serán enviadas contra el mundo, por la santa ira de Dios, en el tiempo que precede al fin.
Tengamos en cuenta que Juan vivía en una época de la historia, cuando la vida era un verdadero caos. El mundo parecía estar deshaciéndose, y la tierra estaba llena de constantes horrores.
¿Qué haremos nosotros entonces? PRIMERO, definiremos la fuerza destructiva que cada uno de estos caballos y sus jinetes representaban. Y en SEGUNDO LUGAR, con la ayuda del Espíritu, veremos algunas circunstancias y hechos de la historia narrada por Juan, trazando a la vez un paralelo a la luz de nuestra historia contemporánea.
Especialmente teniendo en cuenta, en un siglo como el nuestro, en el que como nunca antes la humanidad hubo alcanzado un avance tecnológico tan sofisticado y revolucionario. La era de la computación, y de la realidad virtual, que nos permite tener en un diminuto móvil toda la información mundial y de comunicación en el bolsillo.
Sin duda que todo esto va acrecentado cada vez más un sentimiento casi expectante por el futuro de la humanidad. Y al mirar el entorno donde se desarrolla la historia humana, nos preguntamos cuanta implicancia tendrá todo este avance futurista en el “modus vivendi” de nuestra civilización.
Que sin embargo, también, como nunca antes parece haber llegado a la más increíble deshumanización. Hambres, pestes, muerte y violencia parecen presagiar sobre nuestras cabezas el galopar de estos cuatro caballos y sus jinetes en un desfile de sufrimiento que hace tiempo parece haberse instalado en nuestro planeta. Y aquí está también la paradoja de este libro, LO QUE VA A ACONTECER… PERO QUE DE ALGUN MODO YA ESTA SUCEDIENDO.

EL CABALLO BLANCO DE LA CONQUISTA – (6: 1,2).
Notemos que Juan, era un observador privilegiado, porque nos dice: “Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con voz de trueno: Ven y mira.” Un cuadro realmente asombroso… escuchar y ver toda esta acción que el tribunal celestial iba ejecutando progresivamente sobre la tierra. Y todo esto ejecutado por medio de la mano del cordero, representado ahora como el Juez supremo. Por ello al abrirse cada uno de los siete sellos, un nuevo terror se abalanza sobre la tierra.

EL PRIMER TERROR ESTA REPRESENTADO POR UN CABALLO BLANCO.
¿Qué significa este caballo blanco y su jinete? Desarrollemos algunas posibles respuestas.
a) Algunos han sugerido que el jinete del caballo blanco no es otro que Cristo mismo en persona. Se llega a esta conclusión debido a que algunos estudiosos relacionan esta visión con la que se encuentra en Apocalipsis 19:11-12, donde aparece también un caballo blanco cuyo jinete es llamado el FIEL Y VERDADERO, está coronado con varias coronas y que es el Cristo victorioso.
Pero, si notamos con atención, vemos que la corona del pasaje que estamos estudiando es diferente a la del cap.19. Aquí, la corona es en griego, “stephanos”, es decir la corona del vencedor. En el cap.19, la corona es una diadema, la corona real. También el pasaje que estamos estudiando habla de desastres y horrores; cualquier visión del Cristo resucitado estaría fuera de lugar en este contexto.
Así, pues, esta visión no nos habla de la venida del Cristo Victorioso, sino más bien del principio de los terrores que Dios en su ira descargará sobre el mundo antes de esa venida.
b) Desde otra perspectiva, es sumamente evidente, que aquí el caballo blanco y su jinete representan la conquista guerrera.
Cuando los generales romanos desfilaban celebrando con sus ejércitos por las calles de roma, su carro de batalla era arrastrado por caballos blancos porque eran el símbolo de la victoria.
El caballo blanco en la antigüedad representaba al militar triunfante y a un espíritu de ambición que era -y es- la característica de todo imperio déspota.
Notemos también, que en el Antiguo Testamento, el arco siempre simboliza el poderío militar. Por eso, en Jeremías 51:56, se nos describe como cuando Babilonia sufre su derrota definitiva, sus hombres armados son tomados prisioneros y sus arcos, símbolos de su poderío militar, son destruidos.
Llamativo también, es el Salmo 46:9, donde nos dice que Dios rompe el arco y quiebra la lanza y quema en el fuego los carros de guerra, es decir, un Dios que ningún poder militar humano podría resistir.
Por último, y teniendo en cuenta que Juan, siempre usaba elementos presentes bien identificables, para ilustrar los acontecimientos futuros, veamos que:
Esta imagen era familiar y claramente identificable para cualquier romano ó habitante de Asia, ¿A que me refiero?… a que los únicos enemigos que los romanos tenían en Asia eran los partos. Desde la frontera oriental del imperio de tanto en tanto hostigaban a los romanos. En el año 62, como un hecho sin precedentes, un ejército romano tuvo que rendirse a Vologeses, el rey de los partos. Muy pocas veces, los romanos y sus armas imperiales, habían sido tan humillados.
Y aquí está LA FIGURA FAMILIAR. Los partos acostumbraban a montar en caballos blancos y además, eran los más famosos arqueros del mundo antiguo. Eran, sus arqueros, el terror de los ejércitos romanos. Admirablemente habían logrado conquistar a los mismos conquistadores. Subrayando entonces, EL CABALLO BLANCO Y SU JINETE representan el militarismo y la conquista. 
“Aquí – dice W. Barclay – hay algo que a los hombres les ha costado mucho reconocer y aprender. La conquista militar se ha descrito muchas veces de manera romántica y atractiva; pero una conquista militar es siempre una tragedia.
Cuando Empírides quería representar la guerra, en sus obras teatrales, no ponía en el escenario ejércitos sino una mujer anciana vestida de harapos que llevaba de la mano un niño que lloraba la muerte de su padre.”
Esto es la guerra. El primero entre los terrores de un tiempo terrible está representado en la visión de Juan, por un caballo blanco cuyo jinete lleva un arco en la mano, ES LA TRAGEDIA DE LA CONQUISTA MILITAR.

EL SEGUNDO TERROR ESTA REPRESENTADO POR UN CABALLO BERMEJO. (Rojo de color sangre), 6:3-4.
Y la función de este caballo y su jinete es quitar la paz de la tierra. Por ello REPRESENTA LA GUERRA CIVIL, lucha destructiva que significa la enemistad entre los conciudadanos.

¿Esto no está ocurriendo hoy? Y la Iglesia aún sigue en la tierra, porque la Gran Tribulación aún no ha llegado aunque está a las puertas (Cap. 13 de Apocalipsis).

·         El argumento adicional:
Apocalipsis 3:10 dice:
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”.
¿Qué es la hora de la prueba de la cual será guardada la iglesia? La hora de la prueba es una denominación más para la tribulación de la que habló el Señor en Mateo 24. También hay otros nombres para la misma tribulación como ser el tiempo de la angustia de Jacob, día del Señor, día de ira, etc. etc.

La hora de la prueba, no son los principios de dolores o tribulación de los primeros 3 años y medio, sino la Gran Tribulación de los últimos 3 años y medio… este es el tiempo de Angustia para Jacob y el día de la Ira, cuando después de la séptima trompeta esta dé inicio.