La promesa del Espíritu Santo
Juan 14 (Reina-Valera 1960)
14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
14:22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
14:25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
14:28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
14:29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.
14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
14:31 Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.
“Una Reflexión junto al Mar”.
ResponderBorrarMensajes complejos.
Salmo capitulo # 1 y Salmo capitulo # 5 nos hablan del que obra el bien y del que obra el mal. Salmo 1 lo transmite de una manera más general y salmo 5 de una manera más específica.
(Salmo 1:1) habla de dos personas, “el varón de Dios feliz” y “tres tipos de personas inicuas”.
(Salmo 1:1): 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Aquí hablamos de “un varón bienaventurado”. ¿Qué demuestra su proceder de no seguir tras las sendas de tres tipos de personas malas? Confianza plena en su Padre Abba. No es menester entonces que (Salmo 5:11) diga: 5:11 Pero alégrense todos los que en ti confían;
Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;
En ti se regocijen los que aman tu nombre.
Se “alegran” por mantener un proceder bienaventurado ante Dios como expone el salmo 1:1. De esa persona “bienaventurada” se habla que se regocija porque aman el nombre de Dios. Llega amarlo mediante el estudio concienzudo de la palabra de Dios que le es un deleite llegando a ver lo que nuestro Padre celestial ha hecho, hace y hará. De ahí (Salmo 1:2) sostiene: 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
A la misma vez salmo 1:1 menciona tres tipos de personas que obran el mal: “los malos”, pecadores y los “escarnecedores”. También, durante el resto del salmo, se les compara que son “el tamo que arrebata el viento” y que estos “no estarán en pie en el juicio”. Si leemos bien, se habla de una manera general. Ahora, (Salmo 5) es más específico al respecto.
(Salmo 5:5-7): 5:5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos;
Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
5:6 Destruirás a los que hablan mentira;
Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor son insensatos.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor, cometen iniquidad.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor, hablan mentira.
Al final pueden hasta convertirse en sanguinario o en un engañador que Jehová Dios abominará, (no estarán de pie en el juicio).
Pero siendo más específico este salmo, dice (Salmo 5:9): 5:9 Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;
Sus entrañas son maldad,
Sepulcro abierto es su garganta,
Con su lengua hablan lisonjas.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor, de sinceridad en su boca no hay nada, todo es hipocresía.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor tienen su maldad bien arraigada. Ellos tienen “el dicho” “quítate tú para ponerme yo”.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor son un sepulcro abierto de podrición del mal, ellos apestan, todo es contra el Dios de los cielos.
Tanto un malo, como un pecador y un escarnecedor usan su lengua para obtener el favor de otros a cambio de lo que sea.
El ver correspondencia entre textos bíblicos demuestra que la Biblia es un libro audaz y enriquece nuestro estudio de ella.