El Señor adelantó el comienzo de una gran actividad volcánica.
“Apenas dio inicio el 2010, el Señor me habló que comenzaría a incrementarse de manera importante la actividad volcánica (esta profecía no la había escrito). De 9 volcanes en 2008, y 6 en 2009, hubo un salto a 25 volcanes en 2010. Esto está directamente relacionado con la actividad sísmica. El 15 de mayo de 2010 me dijo entre otras cosas:
“Fuego, humo, volcanes en erupción, temblores de 8 puntos (cercanos a este valor) conmoverán la faz de la tierra.”
Agregó que algunos tendrían consecuencias desbastadoras. Me señaló puntualmente los países de Nicaragua y Malasia.”
Seguidamente consulté en internet y encontré lo siguiente acerca de Nicaragua, específicamente de su capital Managua, y de la posible erupción de super-volcanes que afectarían el mundo.
Nos amenaza algo peor que un terremoto
Un “maar” puede ocurrir cualquier día bajo Managua
Por: Wilder Pérez R.
La laguna de Asososca, de donde obtienen agua los barrios occidentales de Managua, nació de una explosión debajo de la tierra, cuando el magma se mezcló con agua subterránea. LA PRENSA/ARCHIVO
¿Qué puede ser peor que un terremoto para los habitantes de Managua? Que la tierra explote bajo sus pies.
La posibilidad es remota, pero existe. Y hay antecedentes. La zona occidental de la ciudad bebe agua potable gracias a una de esas explosiones que dio origen a la laguna de Asososca.
Es difícil imaginar que una explosión tan grande ocurra ahora bajo nuestros pies, pero podría suceder en cualquier momento, hoy o dentro de miles de años, y el desastre sería peor que cualquier terremoto.
Según el sismólogo consultor Wilfried Strauch, podría ocurrir una explosión de tipo volcánico si bajo la tierra el magma se mezcla con el agua.
Estos fenómenos tienen su nombre. Se llaman “ maares ”, por lo que el especialista no está hablando de ciencia ficción.
El sismólogo Wilfried Strauch afirmó que en los lagos de Managua y Nicaragua es posible que se den los fenómenos llamados seiches, además de tsunamis.
Los seiches no tienen traducción, pero se refieren al movimiento ondulado del agua cuando ésta es movida en un recipiente.
Más que un tsunami, se trata de la agitación del agua de los lagos, como cuando alguien balancea una pana llena de agua, según Strauch.
Esto ocurrió en el Gran Lago de Nicaragua en 1844, afirmó el especialista, cuando el Escarpe de Hess, una rotura que tiene la placa tectónica del Caribe, provocó un fuerte terremoto.
Estos tipos de fenómenos podrían ser más comunes que un tsunami en los lagos, según Strauch, debido a que las fallas sísmicas locales y los lagos tienen menos capacidad de generarlos que el choque de dos placas tectónicas bajo el mar.
Más que un tsunami, se trata de la agitación del agua de los lagos, como cuando alguien balancea una pana llena de agua, según Strauch.
Esto ocurrió en el Gran Lago de Nicaragua en 1844, afirmó el especialista, cuando el Escarpe de Hess, una rotura que tiene la placa tectónica del Caribe, provocó un fuerte terremoto.
Estos tipos de fenómenos podrían ser más comunes que un tsunami en los lagos, según Strauch, debido a que las fallas sísmicas locales y los lagos tienen menos capacidad de generarlos que el choque de dos placas tectónicas bajo el mar.
“Si el magma entra en contacto con el agua, (podría darse) una rápida explosión, como una bomba atómica pequeña, como la de Hiroshima”, explicó Strauch.
El resultado es una laguna como la de Asososca, Nejapa, Acahualinca o Apoyeque. El experto afirma que Managua tiene condiciones para los maares . La evidencia son las lagunas formadas al oeste de la ciudad.
Otra evidencia es que su manto freático está ubicado en una zona cargada de magma, como es la región del Pacífico, con sus volcanes.
Según Strauch, las lagunas del occidente de Managua ocurrieron porque la superficie de la tierra se “destapó”.
A pesar de que el riesgo de que esto se repita en algún momento es real, el especialista recordó que “la posibilidad (de que ocurra) es mucho más baja que un tsunami en el Océano Pacífico, porque allá (en el mar) hay mucha más actividad sísmica”.
Provocan tsunami
Ocurre que este tipo de explosiones en la tierra, similares a las de un volcán en forma de cono, como los conocemos normalmente, pueden darse por igual debajo del lago de Managua o Xolotlán.
Eso es lo que se supone que ocurrió en una fecha no determinada en Mateare.
Strauch dijo que la única evidencia de un tsunami en alguno de los dos lagos del país, incluyendo al Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca, está en Mateare, al oeste de la laguna de Chiltepe.
La evidencia se encontró hace algunos años, afirmó Strauch, cuando un grupo de geólogos descubrió tierra del fondo del Xolotlán en Mateare, a 20 metros de altura sobre el nivel del espejo de agua.
El experto mencionó que tuvo que haber sido un tsunami muy grande, que sólo pudo haberse originado por un maar , probablemente el que dio origen al cráter de Chiltepe.
Otro con las características de Chiltepe es un cráter ubicado bajo el Xolotlán, cerca de la Isla del Amor, en el extremo occidental de Managua, reveló el especialista.
Lo mismo dice del Golfo de Fonseca y del Cocibolca.
Sobre el Gran Lago, Strauch recordó que los maares pueden darse si en una erupción de los volcanes Concepción o Momotombo la lava caliente alcanza a tener contacto con el agua.
Si esto ocurre, la explosión no sería en tierra, sino en el cuerpo de agua, pero el resultado sería el mismo, ya que causaría un tsunami en el lago.
Súper volcanes retarán a la Civilización, avisan los geólogos.
Marzo 8 – 2005. La erupción de un súper volcán “tarde o temprano” erizará al planeta y amenazará a la civilización humana, alertaron este martes los científicos Británicos.
Y ahora las malas noticias: No hay mucho que podamos hacer por evitarlo.
Varios volcanes alrededor del mundo son capaces de realizar erupciones gigantescas como ninguna que haya sido observada anteriormente en toda la historia, basados en evidencias históricas pasadas, dicen los científicos. Semejantes erupciones minimizan a las del Monte Santa Helena, Krakatoa, Pinatubo y cualquier otra que nos remontemos hacia atrás por docenas de milenios.
"Las súper-erupciones son cientos de veces mayores que las anteriores”, dijo Stephen Self de la Universidad Abierta del Reino Unido.
"Un área del tamaño de Norte América podría quedar devastada y provocar un deterioramiento del clima global durante varios años después de la explosión”, dijo Self. “Podría dar como resultado una devastación de la agricultura mundial, un trastorno de la provisión de alimentos y una hambruna global en masa. Estos efectos podrían ser lo suficientemente críticos como para poner en peligro la propia existencia de la civilización”.
Self y sus colegas en la Sociedad Geológica de Londres presentaron su reporte al grupo de Trabajo sobre los Peligros Naturales del Gobierno Británico.
"Aunque muy raros, estos eventos son inevitables y en algún punto en el futuro, los humanos tendrán un encaramiento y supervivencia frente a una gran erupción”, anunció Stephen Sparks de la Universidad de Bristol a LiveScience como un adelanto al comunicado del martes.
Evidencias que lo avalan:
La advertencia no es nueva. Los geólogos en los Estados Unidos detallaron un escenario similar en el 2001, cuando descubrieron evidencias que sugerían una actividad volcánica en el parque Yellowstone que eventualmente llevaría a una erupción colosal. La mitad de los Estados Unidos quedarían cubiertos de cenizas hasta 1 metro de altura, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters.
Las explosiones de esta magnitud “ocurren cada 600,000 años en Yellowstone”, dice Chuck Wicks de la Investigación Geológica de los EE.UU., quien ha estudiado las posibilidades en un trabajo por separado. “Y ya han pasado alrededor de 620,000 años desde la última súper-explosión aquí”.
Las catástrofes volcánicas del pasado en Yellowstone y en otras partes permanecen evidentes en la forma de grandes depresiones denominadas calderas.
Una súper-erupción es una explosión típica volcánica pero a gran escala, explicó Sparks. Cada una está motivada por una cámara de roca caliente fundida denominado magma que se eleva en una cámara hacia la superficie. "En las súper-erupciones la cámara de magma es enorme”, dijo Sparks. La erupción es rápida, ocurriendo en cosa de días. “Cuando el magma hace erupción las rocas de las canteras se colapsan dentro de la cámara, que ha reducido su presión debido a la erupción. El colapso forma el enorme cráter”.
La erupción expulsa polvo y productos químicos hacia la atmósfera por años, cubriendo el Sol y enfriando al planeta. La Tierra cae en un invierno perpetuo según predicción de algunos modelos, ocasionando que muchas especies de plantas y animales desaparezcan para siempre.
"La totalidad de un continente podría quedar cubierta por las cenizas, lo cual tomaría muchos años – probablemente décadas – en desaparecer y que la vegetación se recuperase”, dijo Sparks.
Yellowstone puede estar decreciendo geológicamente, dicen los expertos. Pero creen que aún alberga por lo menos un gran golpe final. Globalmente, existen muchas posibilidades para las erupciones de súper-volcanes, a pesar del asentamiento de la Tierra a lo largo de sus 4500 millones de años de existencia.
"Por supuesto que la Tierra está perdiendo energía, pero muy lentamente y los efectos son solo notorios a través de miles de millones, en vez de millones de años”, dijo Sparks.
Impacto humano:
Las probabilidades de una explosión volcánica destructiva global, en cualquier siglo, son extremadamente bajas y no hay científico alguno que pueda decir cuando ocurrirá el siguiente. Pero las oportunidades son de cinco a diez veces mayores que las del impacto de un asteroide destructivo, de acuerdo con el nuevo reporte británico.
La siguiente súper-erupción, cuando quiera que ocurra, podrá no ser la primera con la que los humanos tendremos que enfrentarnos.
Alrededor de unos 74,000 años atrás, en lo que ahora es Sumatra, un volcán llamado Toba, estalló con una fuerza estimada en 10,000 veces la que tuvo el Monte Santa Helena. Las cenizas opacaron los cielos alrededor del planeta. Los 80 kilómetros cúbicos de polvo expelidos por el volcán cubrieron con una capa de seis centímetros todo el subcontinente indio y hasta 9 metros en Malaysia. Aun hoy en un emplazamiento de la India central quedan restos de cenizas de 6 metros de espesor como recuerdo de la erupción mega colosal. Por si fuera poco, la explosión inyectó a la atmósfera 100 millones de toneladas métricas de ácido sulfúrico, que cayó de nuevo convertido en lluvia ácida letal para plantas, animales y humanos.
Marzo 8 – 2005. La erupción de un súper volcán “tarde o temprano” erizará al planeta y amenazará a la civilización humana, alertaron este martes los científicos Británicos.
Y ahora las malas noticias: No hay mucho que podamos hacer por evitarlo.
Varios volcanes alrededor del mundo son capaces de realizar erupciones gigantescas como ninguna que haya sido observada anteriormente en toda la historia, basados en evidencias históricas pasadas, dicen los científicos. Semejantes erupciones minimizan a las del Monte Santa Helena, Krakatoa, Pinatubo y cualquier otra que nos remontemos hacia atrás por docenas de milenios.
"Las súper-erupciones son cientos de veces mayores que las anteriores”, dijo Stephen Self de la Universidad Abierta del Reino Unido.
"Un área del tamaño de Norte América podría quedar devastada y provocar un deterioramiento del clima global durante varios años después de la explosión”, dijo Self. “Podría dar como resultado una devastación de la agricultura mundial, un trastorno de la provisión de alimentos y una hambruna global en masa. Estos efectos podrían ser lo suficientemente críticos como para poner en peligro la propia existencia de la civilización”.
Self y sus colegas en la Sociedad Geológica de Londres presentaron su reporte al grupo de Trabajo sobre los Peligros Naturales del Gobierno Británico.
"Aunque muy raros, estos eventos son inevitables y en algún punto en el futuro, los humanos tendrán un encaramiento y supervivencia frente a una gran erupción”, anunció Stephen Sparks de la Universidad de Bristol a LiveScience como un adelanto al comunicado del martes.
Evidencias que lo avalan:
La advertencia no es nueva. Los geólogos en los Estados Unidos detallaron un escenario similar en el 2001, cuando descubrieron evidencias que sugerían una actividad volcánica en el parque Yellowstone que eventualmente llevaría a una erupción colosal. La mitad de los Estados Unidos quedarían cubiertos de cenizas hasta 1 metro de altura, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters.
Las explosiones de esta magnitud “ocurren cada 600,000 años en Yellowstone”, dice Chuck Wicks de la Investigación Geológica de los EE.UU., quien ha estudiado las posibilidades en un trabajo por separado. “Y ya han pasado alrededor de 620,000 años desde la última súper-explosión aquí”.
Las catástrofes volcánicas del pasado en Yellowstone y en otras partes permanecen evidentes en la forma de grandes depresiones denominadas calderas.
Una súper-erupción es una explosión típica volcánica pero a gran escala, explicó Sparks. Cada una está motivada por una cámara de roca caliente fundida denominado magma que se eleva en una cámara hacia la superficie. "En las súper-erupciones la cámara de magma es enorme”, dijo Sparks. La erupción es rápida, ocurriendo en cosa de días. “Cuando el magma hace erupción las rocas de las canteras se colapsan dentro de la cámara, que ha reducido su presión debido a la erupción. El colapso forma el enorme cráter”.
La erupción expulsa polvo y productos químicos hacia la atmósfera por años, cubriendo el Sol y enfriando al planeta. La Tierra cae en un invierno perpetuo según predicción de algunos modelos, ocasionando que muchas especies de plantas y animales desaparezcan para siempre.
"La totalidad de un continente podría quedar cubierta por las cenizas, lo cual tomaría muchos años – probablemente décadas – en desaparecer y que la vegetación se recuperase”, dijo Sparks.
Yellowstone puede estar decreciendo geológicamente, dicen los expertos. Pero creen que aún alberga por lo menos un gran golpe final. Globalmente, existen muchas posibilidades para las erupciones de súper-volcanes, a pesar del asentamiento de la Tierra a lo largo de sus 4500 millones de años de existencia.
"Por supuesto que la Tierra está perdiendo energía, pero muy lentamente y los efectos son solo notorios a través de miles de millones, en vez de millones de años”, dijo Sparks.
Impacto humano:
Las probabilidades de una explosión volcánica destructiva global, en cualquier siglo, son extremadamente bajas y no hay científico alguno que pueda decir cuando ocurrirá el siguiente. Pero las oportunidades son de cinco a diez veces mayores que las del impacto de un asteroide destructivo, de acuerdo con el nuevo reporte británico.
La siguiente súper-erupción, cuando quiera que ocurra, podrá no ser la primera con la que los humanos tendremos que enfrentarnos.
Alrededor de unos 74,000 años atrás, en lo que ahora es Sumatra, un volcán llamado Toba, estalló con una fuerza estimada en 10,000 veces la que tuvo el Monte Santa Helena. Las cenizas opacaron los cielos alrededor del planeta. Los 80 kilómetros cúbicos de polvo expelidos por el volcán cubrieron con una capa de seis centímetros todo el subcontinente indio y hasta 9 metros en Malaysia. Aun hoy en un emplazamiento de la India central quedan restos de cenizas de 6 metros de espesor como recuerdo de la erupción mega colosal. Por si fuera poco, la explosión inyectó a la atmósfera 100 millones de toneladas métricas de ácido sulfúrico, que cayó de nuevo convertido en lluvia ácida letal para plantas, animales y humanos.
Las temperaturas se dispararon hasta en 21 grados en las latitudes altas, de acuerdo a un estudio realizado por Michael Rampino, biólogo y geólogo de la Universidad de Nueva York. Rampino calculó que las tres cuartas partes de las especies de plantas en el Hemisferio Norte perecieron.
Stanley Ambrose, antropólogo de la Universidad de Illinois, sugirió en 1998 que el trabajo de Rampino podría explicar un curioso cuello de botella en la evolución humana: Las huellas de vida de todos los humanos – ADN – son asombrosamente similares ya que nuestra especie procede del resto del tronco de la familia de los primates hace unos pocos millones de años atrás.
Ambrose ha mencionado que los primeros humanos quizá fueron empujados al borde de la extinción después de la erupción del Toba – hacia esa misma época, los individuos entraron en la fase del arte y de la manufactura de herramientas. Quizá solo algunos miles sobrevivieron. Los humanos de hoy en día seríamos descendientes de esos pocos y en términos del código genético, éste no habría cambiado mucho en 74,000 años.
Víctimas indefensas:
Basándonos en las evidencias más recientes, los eventos de las erupciones del tamaño del gigante Yellowstone y Toba se suceden por lo menos cada 100,000 años, dijo Sparks, “y podría reducirse a cada 50,000 años. Ocurren erupciones menores pero no por ello menos grandes que pueden tener consecuencias globales cada 5,000 años más o menos”.
A diferencia de otras amenazas al ser humano – asteroides, ataques nucleares y calentamiento global, para mencionar unos pocos – poco se puede hacer al respecto de un súper-volcán.
"Mientras que en el futuro pueden llegarse a desviar los asteroides o evitar de alguna manera su impacto, ni siquiera la ciencia-ficción puede producir un mecanismo para evitar una súper erupción,” indica el nuevo reporte. “No pueden establecerse estrategias para reducir el poder de las grandes erupciones volcánicas”.
La Sociedad Geológica de Londres ha lanzado avisos similares desde el año 2000. Los científicos solicitaron más fondos esta semana para continuar investigando más a fondo la historia de las súper erupciones y sus posibles efectos al planeta y a la sociedad moderna.
"Más tarde o más temprano ocurrirá una súper erupción en la Tierra y este tema requiere de una seria atención”, concluye el reporte.
Stanley Ambrose, antropólogo de la Universidad de Illinois, sugirió en 1998 que el trabajo de Rampino podría explicar un curioso cuello de botella en la evolución humana: Las huellas de vida de todos los humanos – ADN – son asombrosamente similares ya que nuestra especie procede del resto del tronco de la familia de los primates hace unos pocos millones de años atrás.
Ambrose ha mencionado que los primeros humanos quizá fueron empujados al borde de la extinción después de la erupción del Toba – hacia esa misma época, los individuos entraron en la fase del arte y de la manufactura de herramientas. Quizá solo algunos miles sobrevivieron. Los humanos de hoy en día seríamos descendientes de esos pocos y en términos del código genético, éste no habría cambiado mucho en 74,000 años.
Víctimas indefensas:
Basándonos en las evidencias más recientes, los eventos de las erupciones del tamaño del gigante Yellowstone y Toba se suceden por lo menos cada 100,000 años, dijo Sparks, “y podría reducirse a cada 50,000 años. Ocurren erupciones menores pero no por ello menos grandes que pueden tener consecuencias globales cada 5,000 años más o menos”.
A diferencia de otras amenazas al ser humano – asteroides, ataques nucleares y calentamiento global, para mencionar unos pocos – poco se puede hacer al respecto de un súper-volcán.
"Mientras que en el futuro pueden llegarse a desviar los asteroides o evitar de alguna manera su impacto, ni siquiera la ciencia-ficción puede producir un mecanismo para evitar una súper erupción,” indica el nuevo reporte. “No pueden establecerse estrategias para reducir el poder de las grandes erupciones volcánicas”.
La Sociedad Geológica de Londres ha lanzado avisos similares desde el año 2000. Los científicos solicitaron más fondos esta semana para continuar investigando más a fondo la historia de las súper erupciones y sus posibles efectos al planeta y a la sociedad moderna.
"Más tarde o más temprano ocurrirá una súper erupción en la Tierra y este tema requiere de una seria atención”, concluye el reporte.
Evidentemente el relieve ha cambiado radicalemente en muchos lugares islas desapareciendo y terremotos a diario,es una profecia contundente y clara ,asi como ajustada a la palabra .
ResponderBorrarHasta los más incrédulos poco a poco vemos el cumplimiento de las profecías, que científicamente no se les llama así, sino prediccones. Pero al final, todo esto ya se ha anunciado hace miles de años en las sagradas escrituras y ahora se está nuevamente anunciando solo para confirmar que todo tiene principio y un fin, y eso se llama DIOS.
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