SUEÑOS DE NUESTRA HERMANA CECILIA

Amados dejamos testimonio de nuestra hermana Cecilia

Dios me avisó que sería de noche igual que la otra vez, es mas todos los días mi Dios me despierta a las 03:11, o a las 3:15 o 3:18 hrs. y hace que me acuerde del Sueño que me dio: Estábamos todas en el segundo piso durmiendo y yo despierto con un remezón, y muy calmada le digo al Señor, Padre este es un temblor más o me está avisando que es el GRAN terremoto y Dios me dice si hija ya viene despierta a tu familia, nos dio tiempo para ponernos faldas, botas y bajar las escalera. Llegando al primer piso comenzó el terremoto..El nos guardará y creo fielmente en ello, Mi Señor no miente. Por favor a las hermanas les digo que tengan a mano botas sin taco, porque usará a muchas el Señor para que se trasladen en Voluntad del Padre para ayudar, se caminará mucho.

Dios hace que dia a dia recuerde algo me dijo hace 2 semanas cuando prediqué en la iglesia...LA CLAVE ESTÁ EN OBEDECER: COMO NOÉ OBEDECIO EN TODO Y COMO ABRAM QUE LO HIZO INMEDIATAMENTE.

Nuestro Dios es maravilloso por eso nos advierte, será un tiempo en que Chile se detendrá, se paralizará, pero será un tiempo en que podremos disfrutar de los nuestros, tendremos que ser ese PUEBLO que Dios siempre quiso que  fuéramos, sin afanarnos por todo lo del mundo

Mi señor es tan lindo que me mostraba que iba por la carretera caminando no sé si era al norte o sur, solo sé que caminaba sola con una mochila en mi espalda, dentro de esa mochila el Espíritu me revelaba que iba una biblia, se que era después del terremoto porque el puente amarillo estaba cortado, y Dios me decía, compra botas sin taco, las que tienes no te servirán para caminar tanto.

Otro sueño que tuve con el cual Dios calmó mi corazón, fue antes de que ocurriera este gran terremoto, Dios hacia que nos subiéramos a la camioneta, mi mamita manejaba, estábamos las cuatro arriba y atrás llevábamos cajas grandes, con agua y mercadería, no sabíamos para dónde íbamos porque el Ángel de Jehová iba delante guiándonos pero no sabíamos dónde, pués bien pasábamos por la plaza y Dios nos mostraba que muchos hombres estaban durmiendo sentados en las bancas (hacía frio porque estaban con casaca y gorro) ese adormecimiento no era de sueño sino espiritual, al verlos mi madre decía pobrecitos y Dios me decía, Cecilia, ya no hay tiempo ellos no escucharon, ellos no creyeron...y continuamos nuestro camino, Dios nos llevaba a un lugar apartado, habían arboles y camino de tierra, el Ángel decía deténganse, aquí deben esperar que muchos hijos más lleguen y les mostraré un refugio. Con esto Dios me dice que a su pueblo le guardará y que nos protegerá, nos sacaba antes de la destrucción nos guardaba. 

Un abrazo y muchas bendiciones

CECILIA.